Islandia es un destino para todo el año, pero cada estación ofrece una experiencia diferente. Entonces, ¿qué puedes esperar si visitas Islandia en primavera?
Desde marzo hasta principios de junio, la primavera en Islandia alivia el largo y gélido agarre del invierno. Las horas de luz se amplían, las temperaturas suben*, la nieve da paso a paisajes más verdes y la naturaleza sale suavemente de su letargo invernal.
Los meses de primavera son ideales para descubrir lo que Islandia tiene que ofrecer, sobre todo si quieres evitar las multitudes del verano o aprovechar los precios más bajos del alojamiento o el alquiler de coches.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el tiempo puede seguir siendo impredecible, por lo que es esencial preparar la maleta para el viento, la lluvia y el sol. Para los que viajan por carretera, algunas carreteras F de las zonas más remotas permanecen cerradas hasta junio, pero a partir de abril, la carretera principal de circunvalación es segura y accesible.
El mayor reto para los visitantes de primavera es decidir qué impresionantes vistas, experiencias de vida salvaje o actividades llenas de adrenalina incluir en su viaje: ¡hay tanto donde elegir! Así que, ¿por qué no empiezas a planificar tu viaje explorando algunas de nuestras cosas favoritas que hacer en primavera?
*De marzo a principios de junio, la temperatura media en Reikiavik es de 1°-10°C.
El top 10 de la primavera islandesa de este año
1. Presenciar atronadoras cascadas
Cuando se trata de cascadas, ningún lugar del mundo las hace mejor que Islandia, y la primavera es la mejor época para verlas en su máximo esplendor. Al derretirse la nieve, los ríos alcanzan su caudal máximo, lo que da lugar a cascadas impresionantemente estruendosas por toda la isla.
Con unas 10.000 cascadas para elegir, decidir qué cataratas visitar puede ser complicado. Nuestras favoritas son Gullfoss (que forma parte de la ruta del Círculo Dorado), Skogafoss (que suele crear arco iris) y Dettifoss (la cascada más potente de Europa, que alcanza casi 50.000 metros cúbicos por segundo en primavera: ¡es muy ruidosa!)
2. Ir a avistar ballenas
La mejor época para avistar ballenas en Islandia es de abril a septiembre. Si alquilas un coche, te sugerimos que te dirijas al norte, a Húsavík, el asentamiento más antiguo de Islandia, famoso por ser la «capital europea del avistamiento de ballenas«. Aquí, las probabilidades de encontrarte con una ballena son altas, pero necesitarás un poco de suerte ese día.
Se pueden avistar hasta 23 especies de ballenas, incluida la ballena azul, en la bahía de Húsavík y sus alrededores. El rorcual aliblanco es la especie más común en aguas islandesas, pero entre los visitantes marinos habituales también hay delfines de pico blanco, marsopas comunes, rorcuales comunes, belugas y, ocasionalmente, el raramente visto narval.
Húsavík forma parte del Círculo de Diamante, la alternativa del norte de Islandia a su conocido homólogo del sur, el Círculo de Oro. Este circuito de 250 km es una excelente ruta de alquiler de coches en Islandia para aventureros que conducen por su cuenta, ya que ofrece vistas espectaculares, como Goðafoss (Cascada de los Dioses), el lago Mývatn y el cañón de Ásbyrgi.
3. Sumérgete en un descenso de aguas bravas
Abróchate el cinturón, agárrate fuerte y prepárate para cabalgar algunos rápidos impulsados por el deshielo. El caudal máximo del río en primavera hace de mayo o junio un momento excelente para quienes buscan la emoción de una aventura de rafting en aguas bravas.
Los cursos de rafting de Islandia equilibran un montón de momentos llenos de adrenalina con tiempo para sentarse y absorber el fantástico paisaje que rodea las secciones más tranquilas del río.
Algunas de las mejores experiencias de rafting se encuentran en el río Hvítá, en el Austari-Kökulsá (río glaciar oriental) y en el Vestari-Jökulsá (río glaciar occidental).
4. Busca la aurora boreal
Si perseguir la Aurora Boreal ocupa un lugar destacado en tu lista de deseos islandeses, la primavera te ofrece sin duda esta posibilidad. Marzo, más que los últimos meses de la primavera, es el mejor momento para alcanzar la mágica combinación de cielos despejados, oscuridad total y un repunte de la actividad solar que aumenta la probabilidad de ver las Luces.
Merece la pena saber que si la visitas alrededor del 20 de marzo (equinoccio de primavera de 2023), tus posibilidades de éxito aumentarán aún más, ya que la actividad solar suele alcanzar su punto máximo tanto en el equinoccio de otoño como en el de primavera. Por supuesto, a pesar de los mejores planes, a veces la Madre Naturaleza no juega, por lo que nunca se puede garantizar el avistamiento de la Aurora Boreal. Cruzamos los dedos por ti.
5. Avista un frailecillo
El frailecillo atlántico (conocido como «Lundi» en islandés) anida en los acantilados marinos de toda la costa islandesa. Todos los años, las parejas de frailecillos regresan a Islandia a finales de abril y mayo para criar a sus polluelos tras pasar meses en el mar. Por ello, estas aves tan características están estrechamente asociadas a Islandia.
Las islas Westman albergan la mayor colonia de frailecillos del mundo, y en todo el país cerca de dos millones de parejas nidificantes llaman hogar a Islandia.
Si alquilas un coche, añadir a tu itinerario una excursión para avistar frailecillos es relativamente fácil. Algunos lugares populares son los remotos acantilados de Làtrabjarg, en los Fiordos Occidentales; Voladalstorfa o Hringsbjarg, en la península de Tjörnes, al norte de Islandia; Borgarfjörður Eystri, al este de Islandia, y la Reserva Natural de Ingólfshöfði, al sur de Islandia. Procura llegar a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, ya que es cuando los frailecillos suelen regresar a sus madrigueras.
6. Contempla las vistas violetas
A finales de la primavera (finales de mayo/principios de junio), puedes tener la suerte de ver el comienzo de la temporada del altramuz en Islandia. Desde su introducción en 1945, el altramuz se ha extendido rápidamente por todo el país y es muy popular entre los turistas y muchos lugareños. Sin embargo, algunos consideran que esta planta invasora puede amenazar la biodiversidad.
Para los fotógrafos entusiastas, capturar la luz mágica y las floraciones violetas de finales de primavera es sencillamente irresistible. En esta época del año, las flores violetas tapizan los desfiladeros, trepan por las laderas de las montañas y se extienden por los campos de lava, por lo que son relativamente fáciles de localizar.
Algunos de nuestros lugares favoritos para ver altramuces son la cascada de Skogafoss, la iglesia de Víkurkirkja, en el sur, y el Parque Nacional de Vatnajökull.
7. Siente el poder de Fagradalsfjall
El volcán Fagradalsfjall, situado a sólo 32 km de Reikiavik, en una zona deshabitada de la península de Reykjanes, es el lugar ideal para explorar cómo la lava da forma a rasgos geográficos clave asociados al País del Fuego y el Hielo.
Tras su última erupción en agosto de 2022, Fagradalsfjall está actualmente inactivo. Pero sigue siendo un destino de visita obligada, ya que el lugar inactivo ofrece la oportunidad de ver de cerca campos de lava recién formados.
Para los que buscan un conocimiento más profundo de los volcanes y del papel vital que desempeñan en el paisaje islandés, el Centro de lava de Hvolsvöllur, en la costa sur, ofrece una fascinante exposición interactiva de vulcanología.
8. Flotar con icebergs y tocar diamantes
Si te apetece un encuentro cercano con un iceberg, la Laguna Glaciar de Jökulsárlón es el lugar para hacerlo esta primavera. Situada en el sureste, esta pintoresca laguna se encuentra al pie del glaciar Breiðamerkurjökull y es el único lugar de Islandia donde un glaciar se encuentra con el mar.
La laguna combina el agua de deshielo glaciar con el agua marina de las mareas y alcanza una impresionante profundidad de 250 metros. Su superficie está salpicada de hermosos icebergs flotantes, que se han desprendido del glaciar en retirada. A medida que los icebergs se adentran en el Atlántico Norte, las olas los pulen, creando las gigantescas esculturas de hielo que llegan a la orilla en Breidamerkursandur (Playa del Diamante), donde brillan al sol como diamantes.
9. Haz una excursión a una cueva de hiele
Los glaciares cubren alrededor del 11% de Islandia, y explorar estos impresionantes accidentes naturales es una actividad muy popular entre los aventureros. Hay muchas excursiones a glaciares (es esencial que explores con un guía profesional) durante todo el año.
Sin embargo, si te apetece hacer una excursión a una cueva de hielo (¡una experiencia brillante!), planifica tu viaje para principios de primavera, ya que muchas excursiones a cuevas cerrarán a finales de marzo, incluida la popular Excursión a la Cueva de Hielo Azul Cristal en Breiðamerkurjökull y la Excursión a la Cueva de Hielo Azul Natural en Vatnajokull, el mayor glaciar de Europa.
10. Relájate en una fuente termal
La belleza de las fuentes termales y piscinas geotérmicas naturales de Islandia es que se pueden disfrutar en cualquier estación, incluida la primavera. Te recomendamos encarecidamente que aproveches una de las muchas piscinas geotérmicas disponibles en algún momento de tu visita.
Nuestro mejor consejo sería planear una relajante visita a la Laguna Azul (a solo 40 minutos en coche de Reikiavik) al final de tu viaje de primavera. Catalogado como una de las 25 Maravillas del Mundo por National Geographic, este lujoso balneario es la forma perfecta de desconectar antes de volver a la «vida real».
Con la primavera de 2023 a la vuelta de la esquina, ¡todavía hay tiempo suficiente para planificar tu viaje, alquilar un coche y prepararte para la aventura de tu vida!
Sigue leyendo nuestro blog para obtener más consejos prácticos e ideas inspiradoras para completar el itinerario de tu viaje a Islandia en primavera.
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